El arte que mantiene vivo el recuerdo

Réquiem sinfónico en el cementerio de Godoy Cruz

Honrar la memoria de alguien cercano puede convertirse en un hecho artístico que permita rememorar sus mejores recuerdos. El músico mendocino Jorge Martín llevó esta idea al plano compositivo para plasmar Aeternvm, un concierto que toma la forma de ofrenda musical para el recuerdo de quienes ya no están entre nosotros y siguen poblando nuestra memoria. El Cementerio Municipal de Godoy Cruz (Carril Cervantes y Alsina) fue el marco elegido para presentar, el sábado 8, esta propuesta estética y cultural que recuperó esa unión única e inquebrantable con los que han partido.

Tras los agradecimientos del artista a quienes le permitieron llevar adelante “un proyecto absolutamente nuevo e inédito en nuestra provincia” y un breve espacio de silencio, este Réquiem sinfónico de cinco movimientos comenzó a crear atmósferas musicales dominadas por una inquietante oscilación entre momentos de tensión y remanso, acompañados por una imponente puesta de luces y la especial arquitectura del lugar.

En el plano musical, la obra posee un formato sinfónico contemporáneo divido en cinco segmentos: Menemento Mei, Lux Perpetua, Ánima Perpetua, Evigilavi y Aether, escrito para orquesta sinfónica convencional e interpretado con un teclado y una guitarra eléctrica, con el agregado de las posibilidades estilísticas que pueden ofrecer los instrumentos electrónicos (sintetizadores, loops), con recursos compositivos de contrapunto y minimalismo.

Esta reinterpretación de los históricos Réquiem compuestos para las ceremonias funerarias fue, ante todo, “un instante de arte” que permitió acercarse a otro modo de ver la muerte y propiciar un momento de reflexión, donde el tiempo pareció detenerse para homenajear la vida e intentar, en el plano de los recuerdos, atravesar el umbral que nos separa de nuestros seres queridos.

11 noviembre, 2014