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Godoy Cruz, tierra de tradición

Godoy Cruz se vistió de celeste y blanco

El domingo 9, la comuna godoycruceña presentó el evento “Godoy Cruz Con Alma De Tradición”, un multitudinario encuentro que pobló el Parque Estación Benegas de danza y música, de la mano de profesores y alumnos de los talleres municipales, agrupaciones invitadas y, desde Neuquén, un cierre a pura música con Naldo Labrín y la agrupación Sanampay.

La danza, nuestros sonidos más representativos, artesanías y hasta los juegos que forman una parte indivisible de nuestra identidad fueron los elementos que reunieron a miles de familias y a artistas locales y nacionales que, desde temprano, se fueron arrimando a lo que sería una monumental fiesta que tiño de celeste y blanco cada rincón del departamento. Una muestra de productos regionales creados por alumnos de los talleres dictados por la comuna y un rincón de juegos criollos eran algunas de las atracciones que esperaban a los visitantes de esta celebración que unió a varias generaciones con cultura y tradición.

Los colores patrios comenzaban a brillar bajo el sol godoycruceño de las 19.00 h, con un desfile de los bailarines provenientes de centros culturales, polideportivos, centros de adultos, uniones vecinales y barrios de Godoy Cruz, junto a las agrupaciones folklóricas “Taquíes Ca Ar” y de la Iglesia Monserrat y el “Ballet del Pedemonte”, de Rubén Bower, unieron las coordenadas de la comuna bajo el lenguaje de ritmos tradicionales que, arriba y abajo del escenario, hicieron bailar y agitar las palmas de niños, jóvenes y adultos, culminando con un gran Pericón Nacional.

La luna se reservó su lugar de privilegio arriba de las montañas para presenciar la presentación del grupo Sanampay (“estar cerca”, en lengua quechua) con uno de sus miembros fundadores y actual director musical, Naldo Labrín, un importante compositor y director musical, que fundó el conjunto allá por 1978 y al cual la música popular latinoamericana le debe grandes realizaciones.

La fuerza vocal de Carlos Denda; José Luis Denda; Marcelo Piñeyro y el propio Labrín, quienes también templaron las cuerdas de sus inseparables guitarras, junto a la dulzura etérea de Mariana Jolivet y un ajustado tándem instrumental conformado por Daniel Sánchez (piano, teclado, bajo) y Ángel Michelena (guitarra) encendieron la noche con un repertorio íntegramente atravesado por las sonoridades típicas del folklore sudamericano, con un especial énfasis por la música de nuestras pampas. Las consignas y mensajes que propiciaban la unión como hermanos latinoamericanos, se iban entretejiendo con historias de amor y viajes por maravillosos paisajes de aquí y de allá, a través de la poesía y la firmeza de aquel que viene a contarnos quiénes somos y de dónde venimos.

11 noviembre, 2014